No hay elecciones libres si no hay mujeres y hombres libres.
Por Oswaldo Payá
20 de julio de 2012
Estamos en la antesala de nuevas elecciones en Cuba. Y me hace recordar que la ley Nro. Uno emitida en la Sierra Maestra durante la insurrección antibatistiana, ante las elecciones convocadas en 1958, fue una ley de fusilamiento. Una ley para castigar con la muerte a aquellos que tomaran parte en las elecciones.Pero también castigaba a los que votaran[1], porque las elecciones eran corruptas. Nosotros el MCL y la oposición no matamos personas ni saboteamos ni excluimos, todos los saben no hay que aclararlo. Nuestro lema es Libertad y Vida. No queremos el poder para nosotros, queremos la paz y los derechos para todos, porque donde no hay derechos no hay justicia.
EL VOTO BAJO LAS BOTAS DE LA JUNTA MILITAR CASTRO-COMUNISTA.Jorge L. García Vázquez/ Berlín
(Artículo publicado por el autor en la Revista Misceláneas de Cuba en enero /2008)
Cuando en 1992 Zoila Benítez, entonces vicepresidenta
de la "Asamblea Nacional de Cuba”, anunció a académicos norteamericanos
que visitaban Cuba que se iba a modificar la Constitución y la
legislación electoral cubana, algunos ingenuos pensaron de que algo iba a
cambiar, después del turbulento año 1989.
Casi al mismo tiempo Carlos Aldana, secretario ideológico del Partido Comunista
cubano, declaraba a corresponsales extranjeros que "cualquier cubano
podría aspirar a una banca parlamentaria a pesar de la vigencia de un
partido único y que los opositores tendrían todos los chances habidos y
por haber, como individuos, como los tienen todos los demás". (Prisma Latinoamericano 5/92. Rafael Calcines: Elecciones. El Voto
Aldana agregaba, que nadie por el hecho de "ser opositor estaba
excluido: el único límite es la ley". Aldana desaparecería poco después
de la vida política y nunca un opositor ha podido pasar por la puerta del “Parlamento Castrista”.
La persecución de los miembros de "Concilio Cubano", palizas, actos de repudio y condenas a los firmantes de la "Carta de los Diez Intelectuales" y a los autores de "La Patria es de Todos", el hundimiento del Remolcador "13 de marzo", causando la muerte a docenas de personas, entre ellos muchos niños, el derribo de las avionetas de "Hermanos a Rescate” y el asesinato de sus tripulantes por pilotos de Migs de la Fuerza Aérea de Cuba, el rechazo de Fidel Castro al "Proyecto Varela"y el hostigamiento a los gestores y firmantes, los juicios sumarios a los opositores y periodistas en la Primavera Negra del 2003, los fusilamientos de los tres jóvenes que intentaban escapar como otros miles, del "socialismo tropical", nos demuestra que en Cuba no mandan los votos sino la botas de los Generales, aplastando la libertad, la dignidad y los sueños del pueblo cubano.
Este 20 de enero se repetirá la misma historia del voto secreto y
directo, la "democracia cubana, la revolución, el socialismo", y la
gente en Cuba irá a votar pensando que van a comer después de las
elecciones, las guaguas llenas, la falta de agua, de medicinas,
hospitales sin higiene,calles, parques y casas hechas
ruinas, barrios insalubres, controles policiales y el constante
hostigamiento de la Seguridad del Estado.
Las "Damas de Blanco" orarán por sus esposos, hijos y hermanos, presos del "voto directo y secreto de los Generales y su Asamblea".
Las "Damas de Blanco" orarán por sus esposos, hijos y hermanos, presos del "voto directo y secreto de los Generales y su Asamblea".
El Tirano desde su lecho dirá que "Cuba es la mayor Democracia del Mundo" y sus seguidores repetirán al unísono, pero guiñando (secretamente) el ojo izquierdo: "Heil Castro, los que van contigo a la pira funeraria te saludan!”
El presidente del "Parlamentiras"" castrista, Ricardo Alarcón, tomará temprano un café, evitando que se le manche la fina guayabera, encenderá un puro y mirando al cielo de Cuba ensayará su última frase célebre: La Democracia es una utopía.