Jorge Luis García Vázquez
El contexto histórico-político en el que vivieron y murieron el Sacerdote Jerzy Popieluszko y el Pastor luterano Dietriech Bonhoeffer fue muy similar. El totalitarismo nacional-socialista así como el comunista, fueron los causantes de la muerte y el sufrimiento de millones de personas.
Dietrich Bonhoeffer murió ahorcado en el campo de concentración de
Flossenburg en Abril de 1945 por orden directa de Hitler. Luchador de laresistencia contra el fascismo, supo desde los primeros momentos avisarsobre los peligros y las amenazas del nacional-socialismo.
Flossenburg en Abril de 1945 por orden directa de Hitler. Luchador de laresistencia contra el fascismo, supo desde los primeros momentos avisarsobre los peligros y las amenazas del nacional-socialismo.
Sus enseñanzas son obras de estudio no solo para teólogos sino tambiénpara activistas por los derechos humanos En la Iglesia de Zión,Berlín, donde predicó y asistió a los fieles, parece vivir el almarebelde de Bonhoeffer. En esta Iglesia se fundó en 1986 la Biblioteca del Medio Ambiente, un grupo ecologista-disidente de Berlín Oriental.
"Sé fiel… a tus principios, sé fiel… a tus creencias..Se hace necesario tomar una decisión, pues nuestras opiniones
difieren… Venid, vosotros… los que habéis sido abandonados, los quehabéis perdido a la Iglesia, queremos volver a las Santas Escrituras,queremos buscar juntos la Iglesia… Iglesia, ¡permanece siendoIglesia!¡Sé fiel a tus principios… ¡Sé fiel a tus creencias! (Dietrich Bonhoeffer, sermón pronunciado el 23 de julio de 1933).
difieren… Venid, vosotros… los que habéis sido abandonados, los quehabéis perdido a la Iglesia, queremos volver a las Santas Escrituras,queremos buscar juntos la Iglesia… Iglesia, ¡permanece siendoIglesia!¡Sé fiel a tus principios… ¡Sé fiel a tus creencias! (Dietrich Bonhoeffer, sermón pronunciado el 23 de julio de 1933).
La muerte del padre Jerzy Popieluszko en 1984 por oficiales de la policíapolítica polaca, provocó en Polonia la ira, pero a la vez conllevó aunificar más al Sindicato Solidaridad. Su entierro en la Iglesia de San Estanislao de Kostka en Varsovia, fue una manifestación no solo de dolor y duelo sino también de rechazo a la violencia comunista.
En sus Homilías por la Patria participaban obreros e intelectuales. Sumensaje era de reconciliación y de esperanza. El 27 de Mayo de 1984señalaba:
" En gran medida somos culpables de nuestra falta de libertad,cuando por temor o comodidad aceptamos lo maligno o aprobamos sumecanismo"; y el 26 de Setiembre de 1982: "Una cruz significa la faltade la Verdad….Una cruz es la falta de Libertad…donde no hay Libertadno existe Amor… Roguemos por ser liberados de la venganza y el odio…Roguemos por la Libertad que es el fruto del Amor."
El capellán del sindicato Solidaridad murió asesinado el 19 de Octubre de 1984, después de haber sido torturado salvajemente. Hace unos años visité su tumba en Varsovia. Posteriormente conocí de los contactos del Comité Cubano de Derechos Humanos con el Padre Popieluszko a través de Ricardo Bofill, valiente defensor y fundador del movimiento opositor cubano.
"No te dejes vencer por el mal, más bien vence al Mal con el Bien." Esta frase del Apóstol Pablo en su carta a los Romanos, repetida por Padre Popieluszko, me guió al Padre Varela y a su pensamiento independentista. También víctima del absolutismo español, se vio obligado a marcharse al exilio donde murió pobre pero dejando una bella obra cristiana y patriótica.
El Padre Varela nos enseñó a pensar como seres libres y del valor que tiene la Libertad para la humanidad y para Dios. Sirvan de ejemplo estos hombres a los que intentan detener y ocultar la Verdad, a los que temen incluso, en el exilio, decirla, a los que se arrinconan y huyen, a los que predican para calmar al tirano y le cantan, a los que tienen los dedos en los gatillos de los fusiles, los que maltratan a opositores y a presos… y también para aquellos que oran por el dictador o para los que piensan que los problemas de Cuba se resolverán solo con la muerte del tirano, con algunas reformas, millones de dólares o con…algunos disparos.
Jerzy Popieluszko “La violencia es prueba de debilidad”
“No hay que luchar mediante la violencia. La violencia no
es una prueba de fuerza, sino de debilidad. Aquel que no acierta a
vencer mediante el corazón o la razón, trata de vencer con la violencia.
Pero cada manifestación de la violencia es una prueba de inferioridad
moral. Los combates más maravillosos y más perdurables que recuerda la
humanidad, que recuerda la historia, son los combates del pensamiento
humano. Los más desdeñables y los mas perecederos son los combates de la
violencia. La idea que para durar necesita armas, muere por si misma.
La idea que solo puede mantenerse por la compulsión, es una idea
desencaminada. La idea capaz de vivir triunfa por sí sola. Millones de
hombres la siguen espontáneamente.”
(Jerzy Popieluszko Homilía diciembre de 1982 “Misas por la patria”)
“POPIEŁUSZKO es una historia verdadera, a la vez que romántica,
sobre las raíces de la libertad, de la que ahora goza toda Europa
Central. Es la historia del fantástico periodo de SOLIDARNOŚĆ, de la
vergüenza de la ley marcial y de los crímenes del régimen en la Polonia
de los años 80. Buscaba despertar la curiosidad en los jóvenes sobre
nuestra historia más reciente como un período fascinante, dramático pero
a la vez lleno de esperanzas y promesas. Me he puesto un deber
artístico no muy a la moda: hacer una película sobre un hombre bueno,
que combate sin violencia contra la falsedad. Comprendí que la suerte de
esta película, dependería de mi capacidad para saber contar la verdad.
He tratado de mostrar aquí, la dificultad con la que luchó el Padre
Jerzy Popiełuszko, que venció su propio miedo para dar fuerzas a los demás.
La de POPIEŁUSZKO es una simple y dolorosa historia real de los tiempos
en los que podíamos darnos cuenta de lo que estaba bien y lo que estaba
mal. Creo que no está fuera de tono una nota de nostalgia para aquella
capacidad de discernimiento. “No tuve la oportunidad de conocer en
persona al Padre Popiełuszko. Tenía apenas 10 años cuando participé en
su funeral, fue una experiencia nueva de libertad y comunión. Volviendo a
casa, a travesando las calles de Varsovia, recuerdo que pensaba mucho
en el Padre Jerzy. Me preguntaba si yo habría sido capaz de sacrificar,
como él, mi propia vida por la Verdad. Venía a mi mente como un gran
héroe, casi como si fuese un ser de otro mundo. Hoy, en cambio, que
tengo la misma edad que él cuando fue asesinado, veo al Padre
Jerzy como uno de nosotros que, puesto a prueba, llevó a hasta sus
últimas consecuencias sus decisiones y convicciones. Era un hombre que
no fingía y que fue testimonio viviente del coraje que él mismo
predicaba. Cuanto más conozco los secretos de su vida, con mayor fuerza siento la necesidad de contar su historia”.