Berlin
Carlos Alzugaray, exdiplomático
cubano,sufre, como lo describió un periodista, de "errare-fobia", un padecimiento típico en los estados totalitarios, que en el caso de Cuba ha alcanzado un grado crónico ,especialmente en sus funcionarios, que son incapaces de reconocer el fracaso absoluto del sistema político-económico.
Lo que Cuba necesita son cambios substanciales políticos,una apertura hacia la democracia. Para que esto suceda tiene que existir un diálogo nacional que incluya a todas las corrientes opositoras, sin intimidación o represión.
Lo que Cuba necesita son cambios substanciales políticos,una apertura hacia la democracia. Para que esto suceda tiene que existir un diálogo nacional que incluya a todas las corrientes opositoras, sin intimidación o represión.
Para muchos analistas y especialistas en asuntos cubanos, me refiero a la cubanología, es hasta cierto punto "excitante" un encuentro con personalidades de la política y la economía del régimen. Ellos no son parte del experimento al que nos mantienen sometidos desde hace más de seis décadas.
Durante su visita a Berlín, hace unos años, en una conferencia, organizada por la Fundación Friedrich Ebert, el señor Alzugaray arremetió contra la política de Estados Unidos y de la Unión Europea hacia Cuba y naturalmente contra el embargo comercial .
Las pocas criticas que hizo al sistema económico cubano son parte del repertorio del Partido Comunista de Cuba, una estrategia que tiene como objetivo hacer creer a la comunidad internacional que las medidas ordenadas por el General de Ejército Raúl Castro conllevarían a la estabilidad económica y tarde o temprano a una apertura democrática.
El Dr. Alzugray no mencionó las violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos en Cuba, la represión contra los disidentes, el control absoluto del Partido Comunista sobre los medios de comunicación, la falta de tolerancia y la necesidad de un diálogo "de forma civilizada", no solo entre Estados Unidos y Cuba, sino entre el régimen, el pueblo y la oposición.
Durante el encuentro le recordé la muerte de Oswaldo Payá Sardiñas. Me respondió que lo lamentaba. Le entregué como respuesta un ejemplar del Proyecto Varela.
Nota:
Se encontraba presente el entonces embajador René Mujica Cantelar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.