"...la oposición dentro y fuera de Cuba
deben ir creando las bases jurídicas y técnicas, especialmente archivos, que permitan la
investigación de los crímenes y violaciones de los derechos humanos cometidas por el Ministerio
del Interior de Cuba y la Seguridad del Estado, incluyendo a los
miembros de la Dirección de Inteligencia, después de su disolución,
decomiso y aseguramiento de sus documentos, oficinas, casas operativas,
finanzas, armamento y prisiones.Los archivos de la STASI y de otros
cuerpos represivos de la otrora Europa comunista nos sirven de base y
son ya parte de la Memoria Histórica cubana.Es importante actuar a tiempo y no permitir que los represores y
espías, durante el proceso de transición, ocupen posiciones o funciones
políticas y económicas
La Seguridad del Estado de Cuba no puede transformarse en una simple
agencia de seguridad y tiene que ser disuelta por los opositores
cubanos.
"
Ex-miembros
de la desaparecida policía política de Alemania Oriental, algunos
colaboradores secretos y especialmente oficiales del antiguo servicio de
espionaje (HV A) intentan, desde la reunificación de Alemania en 1990,
vender una imagen benévola de la STASI. Quieren hacer ver como si este
cuerpo represivo comunista hubiera sido una "santa institución, una
iglesia o una organización protectora al servicio de la paz mundial y el
internacionalismo proletario", "santos espías comunistas uníos". Esta
parece ser la divisa.
Ningún servicio de espionaje o
seguridad está compuesto por seres caritativos o samaritanos y muchas
veces violan las leyes y los derechos de los ciudadanos, algo que se ha hecho visible después del 11/09/2001.
Pero lo que los ex-agentes del Ministerio para la Seguridad del
Estado de la difunta República Democrática Alemana no quieren
comprender, es el daño que causaron a miles de personas en un país que
estaba rodeado de alambradas y muros, soldados fronterizos armados,
minas, entre ellas la SM 70, un artefacto mortal, que no apuntaba al
supuesto enemigo que intentaba penetrar en territorio de Alemania
Oriental, sino a los que deseaban escapar del "paraíso comunista".
"Un país donde sus habitantes recibían obligatorias vacunas,
educación y atención médica casi gratuita, lo suficiente para comer y un
techo, pero también balazos, prisión y persecución política si
intentaban huir o contradecir al Partido Comunista. Que Alemania
Oriental no era solo STASI, eso lo sabemos, pero sin la STASI no hubiera
cumplido el totalitarismo en este país cuarenta años de existencia,
cuatro décadas de represión política.."
Hablamos de un sistema de seguridad y policía política que vigilaba y
reprimía libremente, sin control parlamentario alguno. "La STASI no era
un servicio secreto como otro cualquiera, era una policía secreta",
como señaló Karsten Dümmel, el disidente germano-oriental.
(Zukunftsforum Politik Nro. 43. Konrad Adenauer Stiftung)
Los ex-agentes, ya jubilados,
presentan ahora sus libros, organizan y participan en conferencias. Historiadores y periodistas los escuchan y toman notas, conceden
entrevistas a programas de televisión o a revistas y cobran por las
mismas con el dinero del antiguo enemigo: " el capitalismo", el sistema
que hoy les paga sus rentas y jubilaciones, siempre superior a las que
reciben las víctimas.
Uno de estos últimos panfletos fue presentado hace unos días en la
sede del periódico "Junge Welt", vocero de los comunistas alemanes,
cubanos, venezolanos y de todos los miembros de la comparsa machista-
leninista del siglo XXI. Cuando se lee este diario es como catapultarse
al año 1989, en plena monarquía socialista. Good By Lenin? Adiós Castro?
Eso nunca compañero. Ceguera ideológica total.
El autor Bernd Fischer, antiguo agente del espionaje germano-
oriental y ex-diplomático señala las "andanzas y victorias de su
servicio secreto en aras de la solidaridad y la hermandad entre los
pueblos", especialmente en los países del Tercer Mundo, adiestrando
espías, enseñando los métodos de desinformación y represión, creando las
bases para instalar el totalitarismo comunista.
El prólogo fue escrito por el último jefe del servicio de
inteligencia, General Werner Großmann, que sustituyó en 1986 al
legendario Markus Wolf ". Muchos documentos sobre la "inocencia" del
espionaje de la STASI no pudo presentar el autor, el Departamento de
Inteligencia decidió, durante los turbulentos cambios entre 1989-1990,
destruir totalmente sus actas y documentos, para no perjudicar a sus
"fuentes".
Durante estos años he sido testigo,
en muchas ocasiones, de las mentiras y calumnias de estos maestros de
la represión y el terror, especialmente su actitud moral hacia las
víctimas. Espías defensores del totalitarismo que se apoyan ahora en el
Estado de Derecho y en la democracia que tanto detestaron e intentaron
desestabilizar y que continúan utilizando los esquemas y nociones de la
Guerra Fría: desinformar, influir y desacreditar.
Ellos saben que las democracias son hasta cierto punto frágiles y
conocen muy bien como funcionan los medios de comunicación en las
sociedades libres, hacen uso del derecho de la libertad de expresión por
la cual fueron enviados a prisión, expulsados de universidades y
escuelas o de puestos de trabajo, miles de ciudadanos. Tienen los
derechos que nunca tuvieron sus víctimas.
El espionaje germano-oriental, era un departamento del Ministerio
para la Seguridad del Estado y cumplía órdenes del Partido Socialista
Unificado Alemán y es por lo tanto co-responsable de las violaciones de
los derechos de los ciudadanos y opositores, al entregarle a las
autoridades informaciones sobre su posición política, personal o social.
Es responsable además de haber organizado cientos de secuestros,
arrestos arbitrarios, apoyo a grupos terroristas, espionaje comercial e
intentos de asesinato como fue el Operativo Regina con el objetivo de
liquidar al ex-preso político Wolgang Welsch, quien desde su puesta en
libertad y llegada a Alemania Federal ayudó a escapar a Occidente a más
de 200 personas.
La cantidad de secuestros documentados fue cifrado en 862 por el ex
-Ministro de Justicia de Alemania Federal Ewald Bucher, como relata en
su libro "Geheimdienst ohne Maske", Richard Meier jefe de la Oficina
Federal para la Protección de la Constitución( Inteligencia Interior
-Contra-Inteligencia) de 1975 a 1983.
El espionaje entregó informaciones, al KGB y al MININT, entre otros
servicios de seguridad, sobre las actividades de las organizaciones de
Derechos Humanos, por ejemplo: la Sociedad Internacional de Derechos
Humanos, IGFM, con sede en Alemania o Amnesty International.
Posteriormente la Contra-Inteligencia elaboraba planes de medidas
activas para infiltrar y desacreditar a los miembros de estas
organizaciones.
El servicio de inteligencia conocía perfectamente de la Directiva
1/67 del Ministro de la STASI Erich Mielke, un complejo de medidas
político-operativas, que incluía el internamiento, en caso de crisis, de
miles de personas en campamentos de aislamiento. Habían planificado un
total de 35 campos de internamiento con capacidad para 26.000 personas.
¿Posee el MININT un plan similar?
Otro campamento estaba previsto para aislar a 855 diplomáticos y
corresponsales extranjeros en Berlin Oriental, controlado por el
Departamento II, del contra-espionaje. La detención de estas personas
sería ejecutada por el Ministerio del Interior pero la Seguridad del
Estado tenía el control de las operaciones. Un total de 85.939 personas
fueron registradas en este operativo.
La agencia de espionaje de Berlin Oriental estuvo involucrada en la
preparación e infiltración de los agentes "Romeos" en Alemania Federal,
que reclutó a más de 30 secretarias, que tenían o ocuparon
posteriormente posiciones claves y de importancia en partidos políticos,
instituciones o en el mismo Gobierno Federal. Estas señoras fueron
engañadas y manipuladas por la STASI con refinados métodos psicológicos.
más informaciones en :Los seductores espías de la STASI y un Romeo caribeño"
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=22041
La Sociedad Civil Cubana y la
oposición dentro y fuera de Cuba deben ir creando las bases jurídicas y
técnicas que permitan la investigación de los crímenes y violaciones
cometidas por el Ministerio del interior de Cuba y la Seguridad del
Estado, incluyendo a los miembros de la Dirección de Inteligencia,
después de su disolución, decomiso y aseguramiento de sus documentos,
oficinas, casas operativas, finanzas, armamento y prisiones.Los Archivos
de la STASI y de otros cuerpos represivos de la otrora Europa comunista
nos sirven de base y son ya parte de la memoria histórica cubana.
Es importante actuar a tiempo y no permitir que los represores y
espías, durante el proceso de transición, ocupen posiciones o funciones
políticas, económicas o sociales.
La Seguridad del Estado de Cuba no puede transformarse en una
agencia de seguridad y tiene que ser disuelta por los opositores
cubanos.
El articulo fue publicado originalmente en Misceláneas de Cuba.Lo
reproduzco como parte de una serie de artículos con el título :
Protocolos y Solicitudes.Conexión La
Habana-Berlin.STASI-MININT-Connection.
http://stasi-minint.blogspot.com/2011/01/protocolos-y-solicitudes-colaboracion.html
LOS SANTOS ESPÍAS DE LA STASI. EXPERIENCIAS PARA LA TRANSICIÓN EN CUBA – Misceláneas de Cuba (15 July 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=21733